Acaba de terminar un período signado por la presencia de “El Niño” que dejó como consecuencia importantes excesos hídricos en toda la región del Litoral y zona pampeana; y pasamos a un período de transición, en donde las aguas del Pacífico central se han enfriado pero la circulación de la atmósfera todavía mantiene ciertos vestigios del evento pasado. Si bien todavía existe cierta incertidumbre respecto de si se mantendrán las condiciones neutrales frías o se pasará a un evento “La Niña” débil, las últimas actualizaciones de los modelos climáticos a largo plazo que suceda lo segundo.
Futuro incierto
Desde el comienzo del invierno en el hemisferio sur entramos en un período de transición con el rápido enfriamiento del océano Pacífico central, esto llevó a pronósticos de un rápido pasaje a condiciones “La Niña” para comienzos de la primavera. Pero esta situación se vio atenuada por los resabios del fuerte evento “El Niño” que todavía mantiene cierta circulación de la atmósfera que hace persistir las condiciones de humedad excesiva, con abundante nubosidad y gran recurrencia de eventos de lluvias, lloviznas y algunas tormentas, que siguen incrementando el superávit hídrico y no permiten drenar o evaporar los excesos. Estas características podrían revertirse de manera rotunda si se afianzara la situación de “La Niña” ya que esto proporcionaría un cambio en las condiciones de la atmósfera, generando un desplazamiento hacia el norte de la humedad y daría paso a características más secas. Hay que mencionar, que a nivel general, el fenómeno “La Niña” en toda la franja central y Litoral argentino, presenta una merma significativa de las lluvias y favorece el desarrollo de tormentas violentas pero puntuales, por lo que abarcarían áreas pequeñas por períodos cortos, pero desarrollando un gran caudal de lluvia acompañada por ráfagas de viento y caída de granizo. Claro está que la incertidumbre de las condiciones macro, genera menor certeza a nivel local, pero lo que se puede decir con un importante grado de probabilidad es que el ciclo húmedo que nos acompañó en el último período llegó a su fin y a partir de ahora, más allá de presenciar un evento “La Niña” o condiciones neutrales, comenzaremos a convivir con una importante merma de las precipitaciones a nivel general, en especial a partir de la primavera y sólo se verán excesos hídricos a nivel localizado, producto de las tormentas puntuales que pueden llegar a desarrollarse.