Una oferta muy reducida por razones climáticas mantiene alto el precio de la hacienda, pero surgen algunas incógnitas sobre cuál será la evolución de las cotizaciones cuando la faena en algún momento se recupere. Las inundaciones registradas en Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos, la sucesión interminable de días fríos, húmedos y sin sol, y la pérdida de cientos de miles de hectáreas de verdeos y praderas han deteriorado el estado corporal de una gran parte del stock ganadero y han reducido entre 20 y 30% las ganancias diarias en el engorde, tanto en el feedlot como en la invernada pastoril con suplementación.
En las zonas más afectadas por las inundaciones la mayoría de los productores ya ha consumido el grueso de las reservas forrajeras (silo, rollos), previéndose un final del invierno y un principio de primavera muy complicados. El menor ritmo de ganancia diaria en los feedlots, agregado al hecho de que los corrales se llenaron imprevistamente en mayo-junio, llevan a los operadores de este sector a temer de que en algún momento toda la oferta acumulada en los corrales salga en un corto período y deprima las cotizaciones (efecto “puerta 12”).
No es aventurado pensar que en algún momento del segundo semestre esta aguda escasez de ganado gordo se moderará, dependiendo de cómo se presente climáticamente la primavera. Si esta oferta acumulada se reparte equilibradamente entre agosto y enero y no se concentra en un corto período la mayor faena podrá ser absorbida por una demanda que se espera mejore en los próximos meses. Pero la carne vacuna no está sola: la producción y el consumo de carne de cerdo habrían crecido de los 15 a los 17 kilos per cápita en los últimos meses como consecuencia de la maduración de mucha s inversiones. La producción de pollo habría bajado fuerte en el segundo semestre de 2015 y primeros meses de 2016 pero ahora crece y está nuevamente en 42 kilos per cápita. Hoy es tan importante el consumo de cerdo y pollo (17 + 42 kilos) como el consumo de carne vacuna. El consumo de los tres tipos de carne es sólo hoy superado por el de Estados Unidos que saca una pequeña ventaja por el consumo de carne de pavo (7 kilos).
Faena
Puede estimarse que este año se faenarán en Argentina 11,57 millones de cabezas, 6,9% menos que el año anterior. El atraso experimentado en los engordes en los últimos meses agregado a la recría de criadores y feedloteros puede determinar que en los últimos meses del año la faena se recupere marginalmente y los registros acumulados de matanza cierren el 2016 con una caída menor. La producción de carne vacuna sería de 2,6 millones de toneladas con exportaciones en el orden de las 240 mil toneladas y con un consumo per cápita de 55 kilos.
Cuero
El cuero, que representa el 60% del valor monetario del recupero bruto, está pasando una grave crisis a nivel mundial con una baja de precios del orden del 35% en los dos últimos años en el mercado de Chicago.
Con la fuerte baja del precio del petróleo se ha abaratado la fabricación de cueros sintéticos que reemplazan con ventaja al cuero vacuno en la industria automotriz y en la de calzados.
El cuero vacuno argentino está muy considerado a nivel internacional pero está quedando relegado cada vez más al calzado o marroquinería de alto precio o a los automóviles de alta gama. Un cuero pesa (en promedio) el 7,5% del peso vivo o el equivalente al 14% del peso de la carne en gancho del animal.