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Federico Santángelo y Fernando Gil / Agroideas.

Fuerte caída de la faena vacuna


De acuerdo a los datos que publicó el Senasa la faena vacuna en los primeros 7 meses cayó 7,6%. En términos absolutos la disminución fue de 500 mil cabezas, si se anualiza el dato este año la industria procesaría entre 900 mil y 1 millón de animales menos, es decir, estaría operativa 11 de los 12 meses del año, enfrentando a su vez costos fijos crecientes y en niveles muy altos. Es justamente esa escasez de hacienda la que desde fines del año pasado viene sosteniendo los valores valor del ganado gordo.

Con relación a la faena hay que destacar que ya llevamos 17 meses de caída. Sobre el total remitido a los frigoríficos las hembras representan poco menos del 42% lo que da cuenta de que nos encontramos en un proceso de retención de hacienda que en otros términos significa un fuerte proceso de inversión de los productores que se traducirá en una recuperación del stock y de la producción de carne vacuna en los próximos años.

La faena de las hembras jóvenes (vaquillonas y terneras) tuvo una caída mayor al resto de las categorías y esto tiene estricta relación con el proceso de retención y con el interés de los productores por incrementar y renovar sus planteles. En tanto, la faena de vacas cayó pero en menor magnitud.

La de machos jóvenes (terneros y novillitos) también baja. La de novillitos se redujo 5% y la de terneros 6,8%, pero la caída en realidad es mayor si se tiene en cuenta que este año se destetaron 700 mil terneros más que el 2015. La merma en los envíos a planta de machos es consecuencia de la inclusión de la recría en los planteos productivos. Los altos valores de la invernada y los mayores costos fijos y de alimentación empuja a los productores busquen recriar el ganado para agregar kilos a la inversión de compra y así licuar costos.

¿Qué se puede esperar de la oferta de gordo? Creemos que en los últimos 4 meses del año se incrementarán la disponibilidad de ganado para faena porque saldrá lo que encerraron los feedlots este año y que por el mal clima y el estiramiento de los procesos de engorde todavía sigue en los corrales. Además, los establecimientos adheridos a la Cámara de Feedlots tienen altos niveles de encierre. Según estadísticas la ocupación en los corrales supera el 70%, muy por encima del registro del año pasado.

La salida de esa hacienda impactaría en los precios. Si bien no es posible predecir bajas, la mayor oferta haría que, en el mejor de los casos, las cotizaciones se sostengan lo que en realidad implica una baja teniendo en cuenta los altos niveles de inflación de la economía argentina.

Finalmente, hay que señalar que es necesario trabajar en el ordenamiento de la cadena. No sólo hace falta avanzar sobre los controles fiscales, sanitarios y comerciales, también se requiere de una política que logre armonizar los intereses de los diferentes eslabones. Este año le tocó sufrir a la industria, pero cuando la oferta se revierta es muy probable que el que pierda sea el productor. Esos vaivenes son los que se deberían corregir con políticas que favorezcan la producción de hacienda y el comercio de carne que se vuelca al consumo interno y a la exportación.

Faena vacuna por categorías y por mes (enero julio 2015/2016)

Fuente: SENASA

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