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Lic. Ignacio Iriarte

Sigue baja la faena y la producción de carne


El analista Ignacio Iriarte comenta qué está pasando con los envíos de ganado a los frigoríficos y su impacto en el mercado. Además, analiza el potencial productivo si no mediara el proceso de retención de vientres. Finalmente, comenta qué pasa en el mercado ganadero norteamericano.

Desde hace más de 18 meses que el precio del novillo evoluciona por encima de la inflación, determinando valores para la hacienda que se ubican en términos reales 15% por encima del promedio del período 2008/2016. El novillo ha conservado la ventaja que, en términos reales, sacó en los meses previos a la devaluación y al cambio de gobierno en septiembre-noviembre del año pasado.

La carne vacuna es un producto escaso, por la liquidación del período 2007/2010 y por la fase de retención en marcha que restringe la oferta. En los últimos doce meses, la oferta de ganado para faena se complicó adicionalmente por las lluvias, el barro, los feriados y los paros, pero en agosto mostró una incipiente recuperación. En septiembre volvió a caer. Se sabe que hay mucha hacienda en los feedlots y mucho ganado atrasado en el campo que en algún momento de las próximas semanas comenzará a salir, pero por ahora prevalece la retención y el mercado sigue firme.

Retención

Si la ganadería argentina no estuviera en una fase de retención y se enviara a faena todo lo que el stock produce anualmente, la situación sería bien diferente. Con un stock de 53 millones de cabezas y una tasa de extracción del 25% la faena sería de 13,3 millones de cabezas, o sea 1,7 millones por encima de la prevista para este año. Esto supondría una producción de carne de 3 millones de toneladas, 400 mil superior a la producción prevista para este año. En términos per cápita la disponibilidad de carne vacuna sería de 60 kilos para el consumo interno y sumando lo que se destinaría a la exportación, se llegaría a una producción de 70 kilos.

Mercado norteamericano

Es probable que en las primeras semanas de año próximo se produzca la vuelta de las carnes argentinas al mercado de los Estados Unidos. Brasil ya ha comenzado la semana pasada a exportar a ese mercado: cuartos delanteros (90CL) a 3.950 dólares la tonelada. El momento no es el mejor: el precio del novillo llegó en noviembre del 2014 a U$S 3,70 por kilo vivo con un ternero de invernada liviano que rozó en ese momento los U$S 7 kilo en Oklahoma, pero luego todo se cayó. El valor del ganado se derrumbó en 2015 y en lo que va del año en curso llegando hace unas semanas a los U$S 2,20 por kilo vivo.

Hay dos interpretaciones a la caída: la primera es que la respuesta de los ganaderos a los altos precios de hace dos años ha traído un aumento de la oferta ganadera. La segunda, y es la que ha llevado a una investigación especial del Senado, adjudica a la especulación en el mercado de futuras la baja inexplicable del precio de ganado vivo.

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