En septiembre la oferta de gordo tuvo un salto significativo pese a los problemas que causa el clima para terminar el ganado y sacarlo de los campos. Los saltos más importantes se dieron en vaquillonas y terneras por el mayor encierre en los feedlots y la menor intención de retener hembras.
En septiembre los envíos de animales a los frigoríficos aumentaron 11% cuando el promedio de los nueve meses transcurridos de 2017 había sido de 7%. Se trató del segundo mayor incremento del año y confirma la tendencia al aumento en la oferta de gordo que se espera sea todavía mayor en los meses que vienen.
El mes pasado la faena de vaquillonas fue la que lideró el aumento. Su incremento en la oferta fue de 22% interanual. También hay que señalar que aumentó de manera significativa la faena de terneros (+12%) y la de novillitos (+7,4%). En los tres casos eso tiene que ver con la mayor salida de ganado de los corrales de engorde intensivo que todavía tienen mucha hacienda, esa oferta irá apareciendo en la medida en que el clima mejore.
En el caso de las vacas hubo una aceleración de la faena. El incremento fue de 5% en septiembre respecto de igual mes del año pasado, pero la variación en el acumulado de los nueve primeros meses del año fue de sólo 1%.
Pese a la mayor faena de hembras, su participación en el total fue de apenas 42,7% y eso tiene que ver con que creció el engorde y faena de novillos (+13%) por quinto mes consecutivo. Es un dato alentador que habla del interés del productor por agregarle kilos a los machos. Esta tendencia se vio incentivada por las medidas del Gobierno en favor de la exportación, pero sobre todo por la favorable relación maíz/carne. En el arranque de octubre el kilo de novillo cotizó en Liniers a 31 pesos, con lo que se pueden comprar casi 15 kilos de maíz.