El consultor Ignacio Iriarte se refiere a lo que sucede con el comercio de hacienda para el mercado interno y la exportación. También comenta la evolución de precios y costos respecto de la inflación. Además, destaca el interés de la demanda de China.
Sensible mejora de los precios de las categorías que vende un criador (vaca conserva o manufactura, terneros, toros), pero sin llegar -a moneda constante- a los máximos históricos logrados en marzo-abril pasado. Se sigue sosteniendo el ternero de invernada, cuya oferta estacionalmente ya ha comenzado a declinar, para tocar su mínimo anual en noviembre.
Muy firme la vaca y el toro, con una demanda china muy firme y una oferta que también estacionalmente ha comenzado a declinar. Aunque insinuando una recuperación, muy flojo el novillo Hilton, que refleja la caída del 25-30% de los valores del R&L en Europa, muy afectados por la pérdida de valor del Euro, la incipiente recesión y la ola de calor. Muy débil la demanda por categorías netas de consumo, con un poder adquisitivo declinante, que está sufriendo el ajuste, y una oferta de los corrales que se mantiene -y se mantendrá por dos o tres meses más- en niveles muy altos. El novillo puede mejorar si se registraran lluvias abundantes y generalizadas; la experiencia indica que en las zonas donde llovió recientemente la oferta ganadera ha caído sensiblemente.
Crece la exportación -tres meses seguidos superando las 80 mil toneladas- y muy flojo el consumo, que luce a la defensiva, agotado. Hoy la producción se distribuye así: 30% exportación y 70% consumo interno. Estos porcentajes eran impensados unos meses atrás.
Precios. En los últimos doce meses, entre agosto del 2021 y agosto del 2022, y mientras la inflación (IPC) fue del 80%, el precio del novillito (300-390 kg) subió un 69%, el novillo Hilton un 60%, la vaca conserva buena un 113% y el ternero de invernada (180-200 kg) lo hizo un 85%. Estas dos últimas categorías corresponden en su mayor parte a las ventas de un criador especializado. En el mismo período, el tipo de cambio neto para la carne vacuna se incrementó sólo un 41%, mientras que un Indice de Insumos Ganaderos ponderado (personal, praderas, verdeos de invierno, silo de maíz, confección de rollos, maíz, alambre, gas-oil) creció un 70%.
El costo de un plan sanitario para una explotación de cría subió un 64%, mientras que la vacuna contra la aftosa lo hizo en un 87%. El resultado de la explotación de un campo de cría alquilado (420 hectáreas) subió de 2,04 millones de pesos a 2,61 millones de pesos anuales (+28%), y la rentabilidad sobre el capital invertido en dicha explotación bajó del 8,20% en agosto del 2021 al 5,14% en agosto de este año. Varios insumos ganaderos han crecido por encima del promedio: el maíz (+80%), una hectárea de silaje de maíz (+87%), una hectárea de verdeo de invierno (+83%), un rollo de alambre AR (+101%) y un litro de gas-oil (+107%).
En los próximos meses, y en la medida que se sincere el valor del dólar, de las tarifas públicas, de la energía y de los combustibles, el precio ponderado de los insumos probablemente va a crecer por arriba de la inflación.
China sigue asombrando. Pese a la caída de la actividad económica, a los efectos negativos de las estrictas cuarentenas y a la abundancia de carne de cerdo, en julio las importaciones de carne vacuna totalizaron las 270 mil toneladas un 44% más que julio del año pasado, y el volumen mensual más alto de la historia, superando holgadamente el récord anterior, las 237 mil toneladas adquiridas en enero del 2021.
Si se escuchan los argumentos de los importadores chinos, y se toman en cuenta las predicciones de los analistas del mercado, todos los meses deberíamos esperar una caída del volumen de carne vacuna importada por este país, pero mes a mes las compras crecen y los precios CIF pagados ceden solo marginalmente, y a partir de niveles muy elevados. De acuerdo a las exportaciones de carne vacuna del Mercosur, Estados Unidos y Oceanía con destino al gigante asiático del mes de julio y lo que va de agosto, que arribarán a puertos chinos en septiembre-noviembre, las importaciones de este país se mantendrían muy altas al menos por los próximos tres meses.
Debe recordarse que todos los años los importadores chinos compran grandes volúmenes de carne vacuna en julio-octubre, para el pico estacional de la demanda que se da con las fiestas del año nuevo lunar, cuyos festejos empezarán el 23 de enero próximo. Un reciente documento del USDA (“China´s Import Potential for Beef, Corn, Pork and Wheat”) comienza recordando que los precios internos de la carne vacuna en China son un 80-90% más altos que los precios de la carne importada proveniente de Estados Unidos.
Pese a las voluminosas importaciones de carne vacuna de diferentes orígenes, ese diferencial de precios no se ha reducido en los últimos meses. Este estudio dice que el consumo de carne vacuna en este país pasaría de 9,5 millones de toneladas en el 2020 a 11,6 millones en el 2030, y que el volumen importado pasará de 2,75 a 3,8 millones de toneladas en el mismo lapso. La producción doméstica de carne vacuna en China está creciendo desde hace años a un ritmo muy inferior a la demanda. El mencionado documento atribuye este inconveniente a que la mayoría del rodeo vacuno “carece de acceso a la tierra y al forraje”.
Todas las proyecciones que se hacen sobre el aumento del consumo chino de carne vacuna para los próximos años, coinciden en que ese incremento será cubierto casi en su casi totalidad con carne importada. Importaciones De acuerdo a los datos aportados por Lautaro Pérez Rocha (INAC), las importaciones globales de carne vacuna en el primer semestre del 2022 sumaron 25.391 millones de dólares, contra unos 20.262 millones de dólares de enero-junio del año pasado, lo que marca un aumento interanual del 25%.
De los 33 países o bloques importadores considerados, solo dos (Rusia y Hong Kong) han disminuido sus compras de carne vacuna en el primer semestre del año. El ránking lo encabeza China, que en enero-junio importó carne vacuna por valor de 7.578 millones de dólares, un 39% más que igual período del año pasado.
Le sigue Estados Unidos, con u$s 4.224 millones (+28%); Corea del Sur, con u$s 2.201 millones (+27%); Japón, con u$s 1.903 millones (+14%); la U.E.-27, con u$s 1.189 millones (+47%); Egipto, con u$s 790 millones (+98%); Reino Unido, con u$s 780 millones (+31%); Taiwán, con u$s 747 millones (+50%); Chile, con u$s 736 millones (+9%); Canadá, con u$s 528 millones (+19%); Israel, con u$s 503 millones (+25%) y México, con u$s 474 millones (+7%). Debe destacarse, considerando los promisorios mercados asiáticos, que la sumatoria de lo importado por Indonesia, Malasia, Filipinas, Singapur y Tailandia en enero-junio, totaliza los 1.233 millones de dólares, un 14% más que el año pasado.
Llama también la atención que en este ránking figura Brasil, con importaciones de carne vacuna por valor de 180 millones de dólares, y que también aparece Uruguay, con compras por 79 millones de dólares, todos datos del primer semestre del año. Como queda dicho, sólo redujeron sus importaciones en el primer semestre Rusia, que compró carne vacuna por valor de 200 millones de dólares, un 51% menos que en el 2021 y Hong Kong, que bajó de u$s 789 millones en el primer semestre del año pasado a sólo u$s 385 millones este año
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