Juan Budano Roig explicó como es la operatoria de la empresa, qué produce y para qué mercados y cómo los afecta las condiciones económicas y sectoriales.
El frigorífico Yuquerí fue fundado por la familia Legerén, de largo arraigo en Entre Ríos al punto tal que le dio nombre al pueblo y a la empresa que luego pasó por otras manos y tuvo que ser cerrado por los malos resultados económicos, hasta que en 2019 fue adquirido por Compañía Central Pampeana.
Esta firma es una sociedad entre capitales argentinos y chinos y a su vez es uno de los mayores exportadores de carne vacuna para lo que faena entre 12.000 y 16.000 vacunos al mes.
“Al frigorífico lo compramos en 2019 y un año más tarde empezamos con una reforma que se tuvo que frenar con la pandemia. En 2021/22 trabajamos duro para rearmarlo. Se hicieron a nuevo las despostadas, todo lo que tiene que ver con el mantenimiento de la carne posterior a la faena: el enfriado, los túneles, etc”, explicó Juan Budano Roig, uno de los directivos de la empresa.
En Yuquerí ya funciona el ciclo 2 (CCP tiene además otro ciclo 2 en Avellaneda), pero la intención es faenar en Yuquerí al menos una parte de la hacienda que hoy trabajar en plantas de terceros y por las que pagan el servicio correspondiente. Para eso se está reformando y ampliando la vieja playa de faena.
Luego de poner en marcha la planta se obtuvieron las autorizaciones necesarias empezaron la venta en el consumo interno y luego lograron la habilitación de la Unión Europea, China y otros destinos como Brasil. El negocio de la empresa está orientado a la exportación y principalmente al gigante asiático.
Juan Budano se refirió a la situación del negocio de la carne y del país. “Hasta que no se unifique el tipo de cambio y haya reglas un poco más claras, el negocio va a seguir muy desordenado. Hoy tenemos un dólar para exportar mucho menor que el dólar real, la brecha se fue ampliando y eso genera una gran distorsión en nuestro sector y en toda la economía”.
Respecto de la situación actual del negocio indicó: “la exportación está bastante golpeada, no nos está yendo muy bien y el consumo está muy ligado al ingreso de la gente y todos sabemos que este primer semestre fue durísimo. Nosotros bajamos un montón la venta. Actualmente vemos que se está recuperando y volviendo a los niveles de venta de diciembre, pero estos meses fueron muy difíciles”.
De todos modos, al consumo interno venden solo un parte muy menor de lo que producen. Los cañones están apuntando a la exportación en esta empresa y de lo que despachan la mayor parte va a China.
Al respecto el empresario señaló: “Exportamos unos 120 contenedores por mes a China de carne de vaca tipo manufactura y uno de carne de calidad. China es una aspiradora de carne industria y hay un nicho de mercado de carne premium, pero es muy chiquito. Además, para ellos la carne de calidad es la australiana, que tiene mucha más grasa intramuscular que la nuestra. La carne que ellos consumen tiene más de 150 días de engorde en los corrales, más de lo que permanece un novillo para la cuota 481”.
Luego agregó. “si vas a un restaurante, y digo esto porque viajé varias veces a allá, permanecí bastante tiempo y sé cómo funcionan las cosas, te aclaran que la carne que sirven es Australiana, lo que para ellos es símbolo de calidad, como en Europa la carne de Argentina”.
Respecto del negocio de exportación a ese país señaló entre los precios de la hacienda, que medidos al dólar carne quedan en niveles muy altos, los aumentos de costos como los energéticos, los combustibles y los laborales y el precio que paga China por la carne hacen que el resultado económico sea nulo o negativo. “Es muy difícil competir en estas condiciones en el mercado mundial”, indicó.
En tal sentido expresó: “Por eso te insisto que es sumamente importante la unificación cambiaria y también la eliminación de los derechos de exportación o retenciones a la carne vacuna que no tienen sentido algunos ya que aportan muy poco dinero al Estado y le quitan mucho a las empresas.
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