Producción global

El Departamento de Agricultura de Estados Unidos anticipa un 2026 marcado por una leve contracción en la producción mundial de carne vacuna, que caería 1% interanual hasta ubicarse en 61 millones de toneladas. El recorte responde principalmente a menores volúmenes en los grandes jugadores del mercado, como Australia y Brasil, donde el ajuste en la faena de hembras refleja un cambio de ciclo ganadero orientado a la recomposición de los rodeos.
En contraste, países como México, Nueva Zelanda, India y Uruguay mostrarán incrementos productivos. En el caso mexicano, el aumento de la faena interna está directamente vinculado a las restricciones al comercio de ganado en pie hacia Estados Unidos por el brote del gusano barrenador, lo que redireccionó animales al mercado doméstico. Nueva Zelanda, por su parte, capitaliza varios años de buenas condiciones productivas que hoy se traducen en una mayor disponibilidad de animales listos para faena.

Exportaciones globales

El comercio internacional también reflejará un escenario de oferta más ajustada. Las exportaciones mundiales se proyectan en 13,5 millones de toneladas, un 1% menos que en 2025. Brasil y Australia, líderes históricos del mercado exportador, reducirán sus envíos tras los niveles récord del año anterior, condicionados por la menor producción derivada de la retención de vientres.
Este contexto abre oportunidades para otros países. Argentina aparece como uno de los beneficiados, con un crecimiento proyectado del 7% en sus exportaciones, impulsado por la escasez de oferta global y una mejora en su competitividad relativa. México también se destaca, con un salto del 24% en sus exportaciones, favorecido por el aumento de la producción interna tras las restricciones sanitarias.

Producción y exportaciones de Estados Unidos

Estados Unidos enfrentará en 2026 un escenario de menor disponibilidad de ganado, con una caída del 1% en la producción de carne vacuna. La falta de novillos y vaquillonas para feedlots, agravada por las restricciones a la importación de ganado mexicano, limita la oferta doméstica, especialmente de carne magra destinada a procesamiento.
Este contexto llevará a un mayor ingreso de carne importada, que crecería 2% hasta 2,5 millones de toneladas, favorecido además por menores aranceles en mercados clave. En sentido contrario, las exportaciones estadounidenses caerían 4%, hasta 1,1 millones de toneladas, presionadas por la escasez interna, la competencia australiana y la falta de acceso al mercado chino.