1) Fernando, los feedltos se están vaciando y se viene la zafra de terneros en un par de meses. ¿Qué perspectivas tiene la ganadería?
Para poder evaluar e intentar proyectar el 2025 es interesante ver lo que pasó en el último año, y en los últimos dos años. Nosotros siempre vemos toda la película y cómo fue acompañando o no la hacienda a todos los cambios macroeconómicos que hubo, que fueron muy fuertes en los últimos 24 meses.
Es interesante ver cómo mientras en el último año la hacienda gorda perdió contra la inflación, cuando tomamos los últimos 24 meses prácticamente copió eso incrementos. Ahora bien, sabemos que los precios en la cadena ganadera se mantienen estables cierto tiempo y luego pegan saltos. Entonces su efecto no es el mismo para los distintos eslabones o los distintos productores, todo depende del momento en que se entró al negocio y qué resultados se dieron. En definitiva, estamos en una situación de precios que al menos no es mala.
Otro factor a tener en cuenta es el cambio del escenario climático. Salimos de una seca importante y la recuperación de la oferta forrajera es significativa. Hay pasto asegurado por varios meses si el verano no es muy caluroso.
Esto permitirá iniciar un 2025 con buena oferta forrajera y menor oferta de terneros y de ganado terminado. En 2025 la oferta de hacienda será más ajustada, la presión de la demanda va a ser mayor y eso repercutirá en los precios.
2) De cuánto podría ser la suba de precios?
El ternero subió mucho, tiene muy buenos precios, no vemos que en los primeros meses del 2025, una gran suba de la invernada. Vem os tensión de precios pero no incrementos durante la zafra. Tengamos en cuenta que el kilo de ternero se paga 3 dólares reales, valores que nunca se vieron.
Con respecto al ganado para la faena, este año hubo una oferta abundante por la sequía y la buena relación maíz carne que favoreció los encierres. Pero ahora comienza a bajar la oferta de los feedlots que se están vaciando por lo que en los meses que vienen vemos que esa tensión va a ser cada vez mayor y que los meses de febrero y marzo serán claves para el negocio. Esperamos que se de una suba de los precios pero no de los porcentuales que se vieron en los últimos años porque estamos en otro contexto macroeconómico. Ya estamos con inflaciones del 2% mensual, con salarios que se van recuperando, pero no tan fuertemente. La exportación ya está con muy buenos volúmenes, pero los precios internacionales sabemos que fluctúan y la situación cambiaria no les permite pagar más, entonces tampoco podemos esperar subas tan fuertes. Por eso digo, se espera un escalón, pero moderado, no grandes saltos como en otros momentos.
3) ¿Qué cambio se dieron en la economía que afectaron a la actividad ganadera?
Este año tuvimos inflación en dólares lo que impactó en subas importantes en muchos insumos medidos en esa moneda. Esto afectó además a los gastos de estructura, a los servicios, claramente hay una suba de precios en dólares que hace que la renta sea baja. Los precios del ganado son muy buenos, pero eso no significa que haya mejorado la rentabilidad.
Por ejemplo, en el caso de los engordes la relación maíz – carne favoreció los encierres, pero el bajo precio del maíz con compensó el aumento del ternero y se perdió plata en el último ciclo del año.
4) Esta nueva situación obliga a pensar al sector de ganados y carnes de otra manera
Los costos en dólares seguirán altos, más de lo que estábamos acostumbrados. Hay que trabajar claramente en la eficiencia y esperar que se vaya dando algún tipo de baja de impuesto, ya sean nacionales o provinciales, que sabemos que es muy difícil, pero eso se tiene que ir acomodando. Con costos altos en dólares, la única forma de diluirlos es produciendo mejor y que cada inversión o gasto que se haga se vea reflejado en más producción.
Crédito: Agroideas